Analizamos los principales motivos de esta subida generalizada, y las expectativas que existen en cuanto a la situación actual
A nivel global, se están produciendo subidas generalizadas de precios en todos los distribuidores nacionales, falta de stock de la mayoría de productos, falta de previsión en la llegada de los pedidos y un largo etcétera de problemas que la industria informática a nivel mundial está padeciendo.
Se ven afectados la mayoría de componentes de los ordenadores: tarjetas gráficas, procesadores, placas base, unidades SSD, memoria RAM, fuentes de alimentación y torres.
Toda esta escasez fue iniciada por la pandemia mundial COVID-19, que inicialmente interrumpió el funcionamiento normal de la cadena de suministro, desde la fabricación de silicios hasta el empaquetado y los envíos. A esto se le sumó que prácticamente toda la población mundial fue recluida en casa y entró en escena el teletrabajo, lo que derivó en que la venta de ordenadores se disparara en un 10 por ciento para superarse la barrera de los 300 millones de ordenadores enviados.
Otros problemas, como el veto de Huawei, obligó a la compañía China a adquirir todos los chips que fuera posible para aguantar al menos una larga temporada sin preocuparse de su suministro de silicios, a lo que se le suma también la extrema popularidad de las consolas de nueva generación, la llegada de los smartphone buque insignia de las principales compañías del sector, y un largo etcétera que nos ha llevado hasta donde estamos ahora, esperando que la situación no mejore hasta mínimo, la segunda mitad del año.
Subida de precios en memorias RAM
Un apagón de una hora ocurrido en una de las fábricas de Micrón, uno de los principales fabricantes de chips de memorias, incluyendo memorias DRAM, podría afectar a la producción del 10% de la producción mundial de memorias de este tipo, lo que supondrá, previsiblemente, un aumento del precio de la memoria RAM en todo el mundo.
Esto se suma a los ya consabidos retrasos en las distintas fases de producción de semiconductores causadas por el coronavirus, que terminan esparciéndose por toda la industria y terminan en la situación que vivimos actualmente, donde incluso la industria automovilística está sufriendo de falta de chips.
Según TrendForce, esta falta de chips ya ha causado una subida de entre el 3 y el 8 por ciento en el precio de la memoria RAM, y distintos ajustes de mercado causarán que contemos con otra subida adicional de entre un 13 y un 18 por ciento en el precio de la memoria RAM.
Asimismo, los precios para el mercado de servidores podrán llegar a ver un aumento del 20%, mientras que la memoria para productos gráficos aumentará entre un 10 y un 15%, aumentando aún más el precio de las tarjetas gráficas.
Subidas de precios en las tarjetas gráficas
Hace poco vimos que ASUS subirá el precio de muchos de sus productos, un movimiento que, lamentablemente, no será un caso aislado, sino más bien la tendencia que veremos en el sector para los próximos meses, y que podría mantenerse durante todo este año.
Otro motivo es la exención al aumento de los aranceles impuestos a las importaciones de China ha expirado con la llegada de 2021, y esto supondrá una subida de precios importante que afectará a la mayoría de los productos tecnológicos que existen actualmente.
La subida de aranceles va desde un 7,5% hasta un 25%, así que podemos esperar una subida de precios importante que los fabricantes repercutirán, sin más remedio, en los consumidores. La tecnología será más cara.
La situación actual ya es bastante grave debido a la subida de precios de las criptodivisas, que ha generado una enorme demanda de tarjetas gráficas y ha dejado al mercado prácticamente sin stock. Es casi imposible comprar una tarjeta gráfica, salvo que estemos dispuestos a pagar cifras desorbitadas.
Subida del precio del cobre
Parece que no solo la falta de stock está influyendo en que se encarezcan ciertos componentes como los procesadores o tarjetas gráficas, y es que los aumentos de precio del cobre podrían tener un impacto en toda la industria del hardware y la electrónica para este año.
Un fabricante de fuentes de alimentación, que se quiso mantenerse en el anonimato, reveló al portal Igor's Lab que si bien a principios de año cada tonelada de cobre tenía un coste de 5.000 dólares, ahora el precio ha subido hasta los 7.300 dólares la tonelada, lo que ha dado como resultado que los proveedores que le suministran la materia prima para los cables hayan aumentado sus precios en un 5 por ciento, mientras que otros componentes empleados para el ensamblaje de la fuente hayan visto aumentados sus precios entre un 6 y 8 por ciento.
En resumen, los principales motivos
Como hemos visto, se ha producido una "tormenta perfecta", iniciada por el confinamiento y continuada por una serie de circunstancias, algunas de ellas tras un efecto dominó, que intentamos resumir a continuación como motivos principales de estos retrasos y encarecimientos en la industria informática:
parada en la producción, debido al Covid-19
escasez mundial de micro-chips (esto aplica a multitud de industrias)
aumento de la demanda por el tele-trabajo, la producción no puede equipararse a la demanda, produciendo un efecto de falta de stock = encarecimiento del stock disponible
aumento significativo del precio de los componentes
subida del precio del cobre
auge de la minería de cripto-monedas, compra masiva de tarjetas gráficas
ensamblaje de las nuevas video-consolas para Sony y Microsoft
existencia de un mercado negro que ha especulado con la compra en masa, sobre todo de tarjetas gráficas
Habrá que ver si la situación mejora a lo largo del año, pero teniendo en cuenta que se trata de un tema complejo y que entran en juego varios problemas (aranceles, alta demanda, escasez...) la situación no está para nada clara.
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